A veces una frase o un titular provoca reacciones y comentarios enfrentados, unos más ajustados que otros a lo dicho. Estas pelarzas dejan a un lado lo que hay detrás, antes y después, las ideas, antecedentes y consecuencias que reflejan y provocan unas declaraciones concretas. En ocasiones estas ideas aún son peores que las frases que motivan la polémica, aunque, al menos, dejan al desnudo a personajillos que inexplicablemente ocupan un lugar más protagonista del que que sus merecimientos y capacidad permitirían en un ambiente menos polarizado, en parte gracias a ellos.
sábado, 30 de enero de 2021
Epistolilla exiliada
A veces una frase o un titular provoca reacciones y comentarios enfrentados, unos más ajustados que otros a lo dicho. Estas pelarzas dejan a un lado lo que hay detrás, antes y después, las ideas, antecedentes y consecuencias que reflejan y provocan unas declaraciones concretas. En ocasiones estas ideas aún son peores que las frases que motivan la polémica, aunque, al menos, dejan al desnudo a personajillos que inexplicablemente ocupan un lugar más protagonista del que que sus merecimientos y capacidad permitirían en un ambiente menos polarizado, en parte gracias a ellos.
lunes, 25 de enero de 2021
Epístola vírica, filoménica y cumpleañera
Solía escribir todos los años por estas fechas una epístola con motivo de mi cumpleaños y el de mi blog. Diez años el último, bastantes más el fraile que celebra el uno y escribe y pinta el otro, aunque creo que el 2020 no cuenta, por no vivido. Con un buen humor que hoy casi me resulta extraño, mis escritos estaban redactados desde un cenobio imaginario que entonces no sospechaba que iba a ser una realidad obligada poco tiempo después. Y ya no va sabiendo uno qué rezar ni a qué santo encomendarse. Desde ese retiro escribo hoy, desde mi scriptorium, rodeado de papeles, tintas y vitelas, plumas y pinceles. Pocos salmos se escuchan en mi celda, guitarras y micros en barbecho, como tantas otras cosas. La congregación se ha dispersado, cada beguina o begardo en su eremitorio y así no hay manera de concordar antífonas y gregorianos. Que el Señor nos perdone, pero el coro va a sonar de pena cuando Él nos junte otra vez. Mucho debimos pecar cuando nos envía una plaga tras otra, alternada con tempestades que han llegado a desgajar los árboles que me gusta pintar. Falta la langosta, aunque mejor no dar ideas, que con lo que hay la de la guadaña está haciendo su agosto. Dicen que año de nieves, año de bienes. Imagino que no teniendo latifundio los bienes vendrán de rebote, aunque la prosperidad ajena siempre debe alegrar pues, igual que sus males, algo nos salpica a todos, que no hay que olvidar que cada uno tenemos un surco al servicio de nuestra despensa. Pero hasta segar, todo es hierba y ni siquiera ha brotado aún.
Cambiando de tercio, no he llegado, ni mucho menos, a echar de menos mis
anteriores trabajos con los catecúmenos, y menos viendo que hoy se da clase en
neveras con ventanas abiertas, pupilos y dómines equipados como para una
expedición al Ártico, y muy perjudicada la motricidad fina, incluso la gorda, las pizarras con chuzos y los pupitres con reguillo.
No sé si hubiera conseguido entender y aguantar ese gentío arriesgado en el
aula sin tener dónde tomar en el recreo un cortado para evitar cercanías,
aglomeraciones y contagios. Este virus es muy juguetón y selectivo, al parecer,
va infectando por donde le señala el BOE y mantiene un extraño respeto por la
educación, infinitamente mayor que el que por ella tienen gobiernos y
ciudadanos, habitualmente tan parcos en agradecimientos como generosos en
reproches. Acostumbrados a dar lecciones y a tomarlas, no es raro que en estas
circunstancias extrañas y llenas de riesgos el gremio, como otros, esté dando
una lección, destinada como se acostumbra al olvido pasado el trance. Lo único
que añoro del oficio, de sus ritmos y sus cosas, aparte de la compañía y la
conversación de mis colegas, es que partía el tiempo con la espera periódica y gozosa
de unas vacaciones que permitieran recuperar la salud mental dentro de lo
posible. Hoy atravesamos un día continuo y largo, casi sin referencias ni
variaciones dignas de mención, pues solo la nieve desde la ventana o en las
noticias nos recuerdan que estamos en invierno y dudo que este año podamos ir a
ver los almendros en flor, a menos que se pueda ir a los cerros en metro, que
entonces sí.
Nos han encerrado en casa dejándonos en las garras de las
noticias, como en una jaula de tigres y aquí estamos agazapados en un rincón
con la silla y el látigo a ver si las mantenemos a raya, que no sé si
perjudican más los virus o las nuevas, que ni siquiera lo son. Como hoy todo es
verdad, cualquier cosa y su contraria, intentaremos elegir bien a qué carta
quedarnos. Por lo pronto, he iniciado los fastos celebratorios de mi cumpleaños
haciéndome un análisis de sangre. Siempre me tomaba un cortao sujetándome el
algodón para que no me saliera un cardenal, primado ni castrense, en la bisagra
del brazo. Hoy ni eso. Seguramente el infierno de Dante lo era más porque allí
no había bares para que se refrescara la condenación ni para pegar la hebra y hacer
tertulia. Los españoles nos imaginamos el cielo con un bar en cada nube. He
aprovechado para llevar el coche al taller para que le cambien los
amortiguadores, que algo amortiguarán, y ver las esquinas y las aceras sin mesas, sillas y sombrillas
resulta deprimente. Si no el fin del mundo, al menos el fin de un mundo más
amable. Esperemos que todo rebulla pronto y que cuanto antes dé con nosotros la
expedición del doctor Balmis. Mientras tanto se recomienda no bufar.
Vale.
lunes, 11 de enero de 2021
Epístola periodística
Un crítico musical puede estar acostumbrado a diseccionar una interpretación para ver si Karl Richter es quien dio con el tempo exacto de los Conciertos de Brandeburgo, si I Musici grabó la mejor versión de la Primavera de Vivaldi o, incluso, si Eleanor Rigby hubiera sido lo mismo sin el arreglo del doble cuarteto de cuerdas de George Martin. Y se puede lucir comentando creaciones de tal altura.
- https://www.eldiario.es/sociedad/inaki-gabilondo-abandona-analisis-politico-diario-empachado_1_6741438.html
- https://elpais.com/babelia/2020-11-20/los-angulos-muertos.html?fbclid=IwAR0ZIGEGaRhfo_tjTgfYgntrg7Yx4INwpDgctzOWtOBTKvCyMa_-39Xtpeg
- https://elpais.com/ccaa/2016/12/19/catalunya/1482175213_253747.html
- https://www.planetadelibros.com/libro-el-hijo-del-chofer/320632